Proceso Cristal

Armónica 3 Proceso Cristal

El Proceso Cristal formula la Libre Voluntad de la Cooperación.  

Cuando atravesamos por un proceso cristal estos son los sellos que están implicados en él:

1. Una Luna Solar, la cual podemos ver ahora si nos asomamos, en perfecta sincronía justo hoy. La Luna en la Cosmovisión Maya es el arquetipo del Agua Universal, la Purificación y el Flujo. 
2. Un Perro Planetario, que es el sello del Corazón, el Amor y La Lealtad.
3. Un Mono Espectral que es el sello de La Magia, la Ilusión y el juego, y por último tenemos al 
4. Humano Cristal cuyo sello representa a La Libre Voluntad, La Sabiduría y la Influencia.

¿Con quién principalmente debemos cooperar en primer lugar? Con nosotros mismos. 

¿Existe la posibilidad de que si nosotros nos purificamos, de la forma que sea, vamos a obtener algún beneficio? ¿Es el dolor un agente que nos sensibiliza? Ciertamente esta cuarentena o encierro nos ha llevado al extremo, al borde del desespero y la incertidumbre. Y en las circunstancias que nos hayamos los venezolanos, el futuro no se presenta nada alentador pues estamos completamente desamparados, nuestro sistema de salud no existe como tal, así que, queda de nuestra parte el sobrevivir. El dolor que representa la mortandad de nuestros hermanos por miles en las calles a la vista de todos, tal como lo vimos en Wuhan, Guayaquil y en España e Italia y ahora en EEUU, es preocupante, sólo nos queda orar y no salir para evitar el contagio.  

Ese dolor que produce la muerte conlleva lágrimas y esas lágrimas son el agua que nos purifica el corazón y el espíritu. Que nos hace sentir lo frágil de nuestra existencia y lo cerca que está la muerte, a pocos pasos fuera de la casa.  

La lealtad es hacia nosotros mismos, ya que si no nos cuidamos, morimos. Una manera de perfeccionar el corazón es a través de la purificación. Y normalmente cuando entramos a un proceso introspectivo como el que nos enfrentamos ahora en nuestra casa, es mejor llevar las cosas con amor, como un perro. La afirmación del Perro Planetario dice: Yo perfecciono con el fin de amar, produciendo la lealtad. Si amamos, mejor es que seamos leales, porque esa es una exigencia del corazón. 

Con el amor llega la Magia, el Mono Espectral. Pero ese amor viene del espectro, del espíritu que se ha purificado, que disolvió todo lo inútil que nos hacía fallar, desarmonizar, nació allí, y ahora manifiesta magia, ilusión, juego. Una conexión singular con el exterior que nos hace creer y tener esperanza en que todo va a pasar, y la Luna Solar es promesa de ello. 

Finalmente el Humano Cristal cierra el proceso de esta célula de tiempo. Ya diáfano, habiéndose purificado a sí mismo, empoderado con el amor de su corazón y con la magia de estar en la armonía, ha adquirido la sabiduría en su introspección y rindiéndose a la Libre Voluntad, que es la voluntad divina, con la cual él está alineado, por eso puede hacer, esa es la única forma de hacer, esa voluntad es libre, sólo cuesta rendirse a ella. Ahora es un Humano Cristal que ha cooperado consigo mismo. Cuando los rayos del Sol pasaron ayer por los cristales de hielo de la atmósfera se hizo un anillo arco iris que muchos pudimos ver, bien, asimismo luce un Humano Cristal cuando es iluminado, pues el agua de su ser ha sido purificada.     

Armónica 65

Matriz Cósmica

Armónica 65 

Matriz Cósmica, la matriz auto-regula el Fuego Universal de la Presencia.

Hemos llegado a la última armónica del Tzolkin, es el Castillo Verde Central del Encantamiento, de la Corte de la Sincronicidad, de la Onda Encantada de la Estrella Amarilla, la Elegancia Madura el Encantamiento. 

Son cuatro los Kines que componen esta armónica: La Tierra Planetario Roja, 26/3; el Espejo Espectral Blanco, 27/3; la Tormenta Cristal Azul, 28/3; y el Sol Cósmico Amarillo, 29/3. 

Hay que usar la imaginación para comprender lo que les voy a escribir, ya que muchos no están iniciados en la Frecuencia 13:20 de la Ley del Tiempo, se requiere iniciación para esto. Así que la imaginación bastará de momento.

Los cuatro kines tienen cada uno un poder, la tierra, tiene el poder de la navegación, el espejo, el poder del infinito, la tormenta, la auto-generación y el sol, el poder del fuego universal. 

El propósito de este módulo armónico del universo llamado Tzolkin es sincronizarnos con la armonía universal en donde todo es posible. Donde desarrollamos la expresión más poderosa de nosotros mismos, nuestra divinidad. Al estar sincronizados con la frecuencia de tiempo natural, fluimos hacia la dimensión donde la consciencia y el amor son los pilares del ser. 

La Tierra Planetario Roja tiene el poder de la Navegación, ella navega por el espacio y es un planeta que está en evolución, independientemente de la evolución del hombre, y esta tiene mucho más poder que él para regenerarse, si él quiere destruirla, estaría destruyendo la capacidad de vivir en ella, lo cual sería lo más tonto que pudiera ocurrírsele. El hombre debe evolucionar sobre ella, esta es su casa temporal.  Ahora, qué es lo que debe evolucionar del hombre, de sí mismo, ya es una cuestión personal, de reflexión.

El Espejo Espectral Blanco tiene el poder del Infinito. A ver, en esta Matriz Cósmica está la Tierra que navega y un Espejo que tiene el poder del infinito. La Tierra navega en esa matriz del infinito, que es la matriz del cosmos. En ese espejo espectral es donde nos debemos mirar a ver cómo esta nuestro espectro, alma, o espíritu, a ver quiénes somos. El espejo tiene la cualidad de reflejar nuestra semejanza. Pero el espejo espectral va más allá de la imagen en el espejo. 

La Tormenta Cristal Azul. ¿Quién se puede imaginar como puede ser una Tormenta Cristal Azul?

No quedaría ningún ser vivo expuesto a ella... La Tormenta tiene el poder de la destrucción de lo que somos que no quiere cooperar para evolucionar, y de la auto-generación, es decir, la capacidad de auto-generar lo que uno quiera y cuando quiera. Ese es uno de los poderes que nos otorga la tormenta. Y su esencia es la energía.   

Por último el Sol Cósmico Amarillo, poder del Fuego Universal. Sin el Sol no existe la vida, esa es su esencia. Y el Fuego Universal esta presente en toda la matriz cósmica, es decir, los soles iluminan el espacio infinito del cosmos. 

Entonces concluimos: Esta matriz que auto-regula el Fuego Universal de la Presencia nos hace evolucionar en sincronía con la navegación de la Tierra en la matriz del infinito, haciéndonos ver quiénes somos cuando nos miramos al espejo. La Tormenta viene a sacudirnos para transformarnos y para que auto-generemos un nuevo ser iluminado por el fuego universal en su presencia. Que es la única forma en la que él puede trascender y perdurar en el cosmos.

Nelson Campos

La Libertad es un valor esencial del espíritu humano

Estamos a punto de cambiar la historia de Venezuela, y el cambio comienza por nosotros mismos. 

Han pasado 20 años desde que tuve que reinventarme a mí mismo, después de que se implementara el control de cambio y mi negocio de publicidad, Hot Prom, sucumbiera por la falta de dólares, así fue como decidí escribir el libro de la Actitud Positiva el cual fue todo un éxito, estuvo entre los 10 más vendidos en Librerías las Novedades, Librerías Nacho y Compumall, vendí más de 50.000 copias, lo cual es un best seller para Venezuela y ha sido personalizado por varias empresas como PKF Worldwide Venezuela, ELECON, e inclusive para la campaña presidencial de Capriles Radonsky, este se vendió como la quintaesencia del mensaje institucional. Estuve en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en el 2009 en el pabellón de la Unión del Personal Civil de la Nación, el sindicato más grande de la Argentina, presentando el libro y hablando sobre el tema. He dictado muchos talleres y conferencias en empresas y unidades educativas. El libro actualmente está a la venta en Kindle Amazon en inglés y en español.

En esta nueva etapa donde se aproxima el fin de la tiranía y se replantea la libertad para Venezuela, necesitamos reinventarnos una nueva identidad, y esto es fundamental puesto que, por tener una identidad falsa y equívoca fue que caímos en las manos de los cubanos, Fidel Castro nos había estado estudiando por más de 30 años y sólo requería de un militar resentido y lleno de odio para ejecutar su maléfico plan. Esa falsa identidad no era consistente, —nada falso es consistente, por eso también caerá la tiranía— no estaba fundamentada en lo esencial del ser humano, sino en cosas banales, como que Venezuela es el mejor país del mundo, etc. Cada país es el mejor del mundo para su nacional por ser el país que lo parió, porque es suyo. Lo que hace grande a un país no son sus riquezas naturales, ni su paisaje, es la integridad de su gente: la paridad entre su constitución moral, la constitución del país y su conexión con Dios. Si el venezolano no instala a Dios y su justicia en su corazón y en su mente, y la convalida con el país físico y político, entonces aquí no habrá Trump que valga ni ningún país que nos venga a salvar.

“La corrupción es un estado de pobreza espiritual y material”

Si Venezuela es el mejor país del mundo, ¿por qué nosotros estamos sometidos por los comunistas y son ellos los que nos “gobiernan”? ¿Por qué nuestros coterráneos han emigrado por millones, casi siete, por todo el mundo, pasando vicisitudes, hambre, frío, humillaciones, las mujeres prostituyéndose, los hombres robando y presos, las familias desintegradas, las fuentes de trabajo y el país totalmente destruidos, donde pululan los malandros, la criminalidad, la narco-guerrilla, la corrupción, la tortura, la arbitrariedad y la anarquía, el ecocidio, la falta de moral y el respeto? La Venezuela nuestra, la de las 7 estrellas en la bandera, aquella que conocimos hace veinte años, desapareció hace tiempo para convertirse en una colonia comunista cubana. 

 Al venezolano le ha tocado conocer otras latitudes, otros pueblos, para darse cuenta de la clase de país al que pertenecía y al que había perdido, llorando en la lejanía de su hogar, sometido, degradado, humillado. Se dio cuenta de que a los nacionales de los países a los cuales les tocó emigrar querían a los suyos propios, respetaban las leyes, eran más educados, cuidaban sus ciudades y la naturaleza, trabajaban la tierra, todo estaba sembrado, tenían un mejor comportamiento ciudadano, aportaban con su voluntad la prosperidad de sus naciones.

Viene una nueva era para Venezuela, pero requiere de hombres justos y probos, es aquí donde entra en acción la Actitud. La Actitud tiene que ver con la conducta, la sensibilidad, la consciencia y el poder de la voluntad del individuo en la sociedad, en el ambiente laboral, en el núcleo familiar y consigo mismo. Hace más de treinta años tuve una reflexión y la escribí en el libro de la Actitud:

“El valor del signo monetario de un país es directamente proporcional a los principios y valores de sus hombres”

Y he aquí que el tiempo me ha dado la razón, nuestro signo monetario hoy no vale nada, ya lo desaparecieron junto con el país, al igual que hace mucho lo hicieron con los principios y valores, han borrado todo aquello que nosotros llamábamos venezolanidad, que al parecer no era tan consistente.

Los billetes que imprimieron los cubanos para Venezuela están llenos de sortilegios, santería y brujería. Por eso tampoco trascenderá esa economía, es una farsa, sólo ha traído la hiperinflación más alta conocida en la historia de la humanidad, al igual que la corrupción más grande del mundo, es esta realidad la que quedará registrada en los libros de historia, y sus protagonistas, los que están al frente de la falsa revolución bolivariana, que no es otra cosa que el lobo comunista cubano disfrazado de oveja. Muy contrariamente a los billetes de dólares americanos se puede leer en la parte de atrás, “In God we trust” Que se traduce como “Nosotros confiamos en Dios”. Y al billete de más alta denominación de Chile que tiene impresa la imagen de nuestro Andres Bello. 

Ha llegado la hora del cambio de la historia y ese cambio empieza por nosotros mismos, del valor y de los principios que forjan a una nación cuando estos brotan desde las entrañas de los hombres justos: desde su consciencia, desde su sensibilidad, desde su voluntad y desde su espíritu. Con esa energía cohesionada todos los hombres unidos pueden hacer proezas. ¿Y qué mejor proeza que lograr la libertad de una nación?

Nelson Campos

 

Evolución, consciencia, identidad.

La evolución del hombre es la evolución de su consciencia. Y la "consciencia" no puede evolucionar inconscientemente. La evolución del hombre es la evolución de su voluntad, y la "voluntad" no puede evolucionar involuntariamente. La evolución del hombre es la evolución de su poder de "hacer", y el "hacer" no puede ser el resultado de lo que "sucede". G.I Gurdjieff

El desarrollo de estos tres elementos que conforman y definen la responsabilidad de la presencia de la vida del hombre en la Tierra; su consciencia, su voluntad y su capacidad de hacer, requieren de un esfuerzo consciente, pues ellos no se desarrollan automáticamente, requieren del conocimiento de sí mismo.

Podemos ver como la falta de consciencia ha sido la causa de todos los males en nuestra sociedad. Pero ¿de qué se trata esta consciencia? ¿Cómo la podemos definir? ¿Qué es? ¿Cuál es su composición química? ¿De qué está hecha? ¿Cómo se obtiene y cómo se desarrolla?
La consciencia es un estado del ser en donde uno manifiesta estar despierto y atento, con todos los sentidos alerta de lo que está pasando dentro y fuera de nosotros mismos en el presente, en el sitio donde estamos. Lo contrario sería estar en un estado de idiotez total en donde todo lo que pase a nuestro alrededor nos impacte haciéndonos daño y nosotros no hiciéramos nada al respecto para impedirlo.

La composición química de esta consciencia es un hidrógeno (un carbono, un oxígeno y un nitrógeno) que se elabora en nuestro organismo después de que empezamos a vivir conscientes de nosotros mismos a cada momento. Algo parecido a las sustancias anestésicas que el cuerpo elabora cuando hemos sido heridos y no sentimos el impacto de la lesión en el momento, como un corte, un impacto de bala, etc. El sistema autónomo central actúa independientemente de nosotros, su cerebro instintivo nos protege, eso que llamamos instinto de conservación es la respuesta automática de este para nuestra seguridad. El caldo plasmático del organismo constituye otro hidrógeno, al igual que toda la sustancia que compone al universo, donde suceden todos los enlaces químicos necesarios para nuestra supervivencia.
El hidrógeno que elabora nuestro cerebro para la elaboración de la consciencia sólo se logra con el esfuerzo consciente, no se autogenera. Es por eso que la consciencia no puede evolucionar inconscientemente.

Para obtener consciencia primero tenemos que admitir que no la tenemos, porque tenerla implica una actuación y un desempeño muy por encima del estándar de la realidad que manifestamos actualmente. De allí que si la tuviéramos, nuestra voluntad y capacidad de acción, tendría un impacto público y notorio en nuestra sociedad, un poder de influencia mayor del que manifestamos hoy. Es el falso ego el que nos hace creer que somos seres maravillosos, la última versión del esplendor de las redes sociales y que podemos realizar todo tipo de proezas heroicas, pero en la realidad, no tenemos la capacidad de liberarnos y liberar a nadie de la ignorancia de nosotros mismos con nuestro estado actual de consciencia. ¿Y quién quiere hacer eso? pregunta la ignorancia.
Pues, para los que duermen, la ignorancia es una bendición. Estar dormidos es el estado de inconsciencia en donde no vamos a ninguna parte, donde no sabemos quiénes somos, ni para qué vivimos, sin propósito, ni medida de la dimensión de nuestro ser. Es como el hombre que va dormido en el bote río abajo y cuando el ruido de la cascada lo despierta, ya es un poco tarde, cae y se estrella contra las rocas, y muere ahogado, también puede ser que sobreviva para contarlo.

Consciencia es poder, es la máxima expresión de nuestra evolución.

Desarrollarla requiere de un esfuerzo tremendo, de un sacrificio grande y de un cambio del ser. Así como la langosta marina debe cambiar su exoesqueleto, la serpiente y la oruga deben mudar la piel para crecer, y el águila debe cambiar su pico, garras y plumas para el próximo estado de su ser, así nosotros para evolucionar. Debemos morir a quienes no somos para que suceda la resurrección del nuevo ser que realmente somos.

Allí empieza el desarrollo de nuestra voluntad y la capacidad de hacer por nosotros mismos y luego por los demás. Con una falsa identidad no vamos a poder expresar eso que nuestra alma clama a gritos desde la prisión de la ignorancia. Es la consciencia la que nos da la verdadera y auténtica identidad para expresar la verdad de lo que somos. Constituidos en ella edificamos nuestra integridad. Nos convertimos en hombres justos, y la justicia es una cualidad del alma inmortal y divina.

Los hombres sin consciencia llevan a los países a la ruina, a la hambruna, a la desolación y a su propia destrucción.

Nelson Campos

 

Identidad: Mortal

Hay una alcabala al final de nuestra vida, justo allí, antes de atravesar el umbral, en un flashback desde el primer registro de consciencia en nuestra memoria, y en secuencia aleatoria, iremos reviviendo todos los pasajes y parajes del drama que nos tocó vivir.
Podremos observarnos como quien mira su propia película, pero ahora con mucha más experiencia, conocimiento y quizás una poca sabiduría y de compasión por la ignorancia de nosotros mismos ante las situaciones en las que nuestra actuación no estuvo a la altura del momento en el cual nos encontramos ahora entre esos dos mundos, o mejor dicho, en esa dimensión.

Cuando ya estemos "muertos" o del otro lado del umbral, donde sí no hay vuelta atrás, nuestra alma y espíritu despegarán como en piloto automático y será llevada al sitio donde van las almas después de la vida en la Tierra. Con la resignación de un alma que se entrega a Dios o al absoluto, en total humildad y desconcierto, abandono e incertidumbre, seremos llevados hacia lo desconocido.

Y entonces nos preguntaremos, ¿Qué fue todo ese drama de esa vida? ¿Para qué tanta molestia? ¿Cuál fue el propósito de vivir? ¿Afrontamos los desafíos valientemente o fuimos cobardes? ¿Por fin supimos quiénes eramos o de qué estábamos hechos? ¿Servimos a los demás o de forma egoísta nos servimos de ellos? Todo lo que poseímos, nuestra casa, carros, dinero y demás bienes materiales ¿nos definieron? ¿Que clase de poder tuvimos y qué hicimos con él, para qué lo utilizamos? ¿Fuimos ejemplo para que alguien nos siguiera y aprendiera de nosotros algo de valor para su propia vida? ¿Tuvo alguna relevancia nuestra obra en la sociedad en la cual vivimos, hicimos algún aporte importante para ella, o a nuestros seres más cercanos? ¿Fuimos lo suficientemente íntegros para sentirnos en armonía con nuestra consciencia? ¿Realizamos lo que fue nuestra intención? ¿Lo que logramos, nos edificó? ¿Supimos liberar aquellos de su propia ignorancia, y a nosotros mismos? ¿Fue nuestra colaboración universal? Ahora, después de responder a esas preguntas, ¿sentimos que podemos vernos a los ojos en el espejo de esa noche de la vida que termina y sentir que sí, que vivimos dignamente y que podemos trascender, y que nuestra presencia en el cosmos ha valido la pena?   

Nelson Campos

El Palito de Fósforo

Despertó, deslizando la tapa se levantó,

salió el palito de fósforo de la caja,

miró a su alrededor y sólo vio sombras;

dio unos saltos y sintió ganas de rascarse la cabeza.

Apoyó la cabeza sobre la lija de la caja,

la frotó rascándosela y para su sorpresa

esta se encendió.

Estaba encantado, había descubierto algo que nunca se imaginó…

¡tenía luz propia!

Pudo ver como su luz iluminaba alrededor,

exploró maravillado, pero también se percató

de que se iba consumiendo inevitablemente.

Con más de la mitad de su cuerpo consumido,

sintió el calor, un último destello intenso

y se entregó a su muerte.

Convertido en humo, observó su cuerpo negro,

retorcido y tieso tendido sobre el mostrador.

Nelson Campos

Valores

Cada vez que oigo al venezolano hablar de la pérdida de valores, emito un juicio dentro de mí y digo: será que este pendejo sabe de qué esta hablando.

Lo que yo sé de valores, lo sé por simple deducción...

Tomo en cuenta qué cosa es eso que tiene valor para mí, y veo que lo primero es mi propia vida. Después, cómo me encuentro a nivel físico y el estado de salud de mis órganos internos y externos. Luego, la casa en la que habito con todos los enseres, la cama, la cocina, la nevera, mi ropa, mis zapatos, el agua, la luz, la comida, mi pc, mis libros, mi dinero, mi carro, en fin todos mis objetos materiales. El trabajo forma parte de esta dimensión física o material.

A nivel emocional, valoro a mi familia, a mis padres, a mis hijos, a mis amistades y todo aquello que representa mi mundo emocional, mi país con todo lo que esto implica. Es aquí donde caben los valores como la justicia, la verdad, las virtudes como potencialidades del alma y la máxima expresión de valor del corazón que es el amor. Cómo se siente mi espíritu tiene un valor emocional para mí.  

A nivel mental lo sintetizo en una sola cosa: mi consciencia. Ese es el máximo valor que yo le doy a lo que produzco en el interior de mi cabeza. Aquí cabe también la visión y los sueños que me asigno. La inteligencia y la sabiduría también componen este ámbito.

Al suprimirle al ser humano cualquiera de las cosas que este asuma como un valor, lo estamos desvalorizando. Si queremos retomar las riendas de Venezuela, tendremos que preguntarnos cuál fue la causa de que una miserable isla como Cuba con un estamento criminal y tirano, se apoderó de nuestra patria despojándola de todo lo que nosotros no supimos valorar. Fidel Castro nos había estado estudiando por largo tiempo, sólo necesitaba una oportunidad y a un oportunista. Estudió nuestras costumbres, la idiosincrasia, y todo lo que conformaba nuestro maquillaje psicológico. 

Nos conoció mejor que nosotros a nosotros mismos, y finalmente se adueñó de nuestro país. 

Ahora tenemos el desafío de recuperar nuestra tierra y para ello se requiere de VALOR, en primer lugar. ¿Estás dispuesto a dar tu vida por tu país?

Martin Luther King dijo: El hombre que encuentra una razón por la cual dar su vida y no la da, no merece vivir.

Nelson Campos